Alicante ciudad a orillas del Mare Nostrun, ciudad cosmopolita, ciudad
mágica, ciudad del fuego que todo purifica, ciudad cuyos habitantes, están
abiertos a todo tipo de expresiones de libertad, ciudad cuya climatología es
envidiable, ciudad visitada por personas que buscan un cóctel, como el que
posee Alicante, gastronomía sin igual, diversión, noches inolvidables, sitios
culturales para visitar, que mejor lugar para pasar unas vacaciones sin
desperdicio.
Pero Alicante y sus
habitantes, son más que todo eso, hay una parte intima, espiritual, que no se
ve, pero se palpa, se respira en el ambiente, una tradición y sobre todo una
devoción, arraigada en lo más profundo del alma del alicantino o alicantina, el
amor incondicional, a su Patrona y
Alcaldesa Perpetua, la Virgen del Remedio.
Esa Virgen que en el día a día, en la cotidianidad de las personas, en
momentos de problemas, desazones y como no, en momentos de triunfos personales,
de alegrías, los alicantinos sin excepción, piden ayuda y amparo a su Madre, a
esa Virgen que con la advocación del
Remedio, todos honramos, haciéndola el
estandarte, de nuestra fe y creencias más profundas.
Por eso, Alicante demuestra su amor a su Virgen, con eventos como la
Ofrenda de Flores, que en las Hogueras de San Juan, la honran todos los años y
lógicamente en este Día Especial de Nuestra Patrona, en el que la Ciudad, se
viste de sus mejores galas, para venerarla, siendo junto con la celebración de
la Santa Faz, las Fiestas con mayor peso espiritual, que tiene el Pueblo de
Alicante y que demuestra una vez más, que las personas que vivimos en esta
tierra, tenemos unas tradiciones y creencias que entran, dentro del campo
espiritual de cada persona, siendo muy difícil de superar.
Por lo tanto, vamos
a celebrar todos, este día grande, en lo sobrenatural que dedicamos a honrar y
venerar a nuestra Virgen, a la Flor más bella y preciada de Alicante, a la Perla
de nuestra devoción, a la Virgen que hemos elegido como nuestra Patrona, a esa
Virgen que tenemos como apoyo en los momentos difíciles, a la Virgen que todo lo remedia, a esa Virgen cuyo
nombre, eligen como suyo propio, las mujeres de nuestra tierra, a esa Virgen que
adoramos, en resumen a la Virgen de nuestra ciudad, MARÍA DEL REMEDIO.
Publicado en
las Provincias
03/08/2002