Aunque cada día menos, todavía en España
tenemos tradiciones y costumbres muy arraigas
dentro de nuestra cultura como pueblo, celebrando cada año festividades,
que se repiten, pero que cada vez tienen su propia peculiaridad.
El día 1 de Noviembre se
conmemora la fiesta de Todos los Santos, en este día sé honra a los difuntos,
los cementerios se llenan de flores, con las que se adornan las moradas de los
seres queridos, la peregrinación es constante, desbordándose, de personas que
homenajean de esta forma al familiar, cuyos restos reposan en paz, en ese
lugar, sagrado.
Sobre este evento, tan especial,
podríamos hacer infinidad de análisis. Hay
personas, que no se acuerdan de visitar el campo santo y aprovechan este
día para hacerlo, es el recuerdo anual, con su familiar, otras por el
contrario, lo visitan, asiduamente, manteniendo no solo en su memoria, sino
físicamente, limpiando, adornando con flores y poniendo resplandecientes, todos
los ornamentos que componen, la morada, del finado.
Este acontecimiento mueve muchos intereses económicos, las
floristerías, que hacen su Agosto de ventas, ya que se compra máximamente este
producto, subiendo los precios por las nubes.
La tradición de visitar los cementerios en esta jornada, esta muy
enraizada entre nosotros aunque hay libertad de pensamiento y acción, siempre
habrá a quien, no le guste venerar a
sus difuntos de esta forma y lo hará
como lo estime oportuno, según sus
convicciones.
Para la iglesia católica, este
día, es muy especial, ya que se rinde culto, a las personas fallecidas, que por
su vida ejemplar, sus obras y su cotidianidad, han demostrado, a sus semejantes
que también son Santos, dejando una estela muy positiva de su obra en el mundo,
a ellos es, a los que se rinde pleitesía, a los Santos Anónimos.
Otro año más, se celebra este día con tanta tradición y carga
espiritual, unos lo dedicaran a recordar a sus difuntos y otros lo
aprovecharan, para relajarse y descansar, de la monotonía del día a día.
PUBLICADO
EN LAS PROVINCIAS 31/10/2002 y 02/11/2002