SANTA POLA
CIUDAD DE PESCADORES
La ciudad de Santa Pola,
esta situada a orillas del Mar Mediterráneo, es una ciudad tranquila, es una
ciudad cuya economía esta basada, en la pesca y en el turismo, es un pueblo
pequeño, donde todavía las personas se conocen y se saludan a diario, es un
pueblo de gente trabajadora y afable, abierta hacia los foráneos, siendo en
estos meses estivales, cuando su población se triplica, pero eso no importa,
hay sitio, para todos.
La tranquilidad de la
convivencia en este rincón tan querido de nuestra provincia, es por todos conocida,
es el lugar perfecto, que muchas personas eligen, para pasar sus vacaciones, es
un lugar de ensueño.
Pero esa tranquilidad, ese bienestar, esa alegría, de los lugares
marcados por Dios, como idóneos para vivir en armonía y paz. Fue segada de raíz,
el pasado Domingo, por un coche bomba, portador de la muerte, un coche cargado,
de dolor, que destroza familias indiscriminadamente, sin importar que sean niños,
atacando directamente al razocinio y conciencia humana, destrozando por
completo, la credibilidad del ser humano como tal, hechando por tierra nuestra
fe, en el hombre con su alma inmortal. No voy a usar adjetivos, porque no hay,
no podrían describir con exactitud, lo que una persona bien nacida, puede
pensar, de los chacales al servicio de la muerte y la destrucción, de los valores
y derechos básicos de la raza humana y sobre todo del más sublime, que nos ha sido
concedido por nuestro Hacedor, LA VIDA.
Santa Pola, ahora tiene por
desgracia, un antes y un después, ese pueblo de pescadores, ese pueblo de gente
bondadosa y confiada, ese pueblo encantador, ese pueblo tan visitado por todas
las personas de poblaciones contiguas, para degustar su excelente gastronomía, su
caldero, su arroz a banda, sus mariscadas, etc., ese pueblo que no va ha
olvidar en mucho tiempo, el fatídico Domingo
Negro, ese pueblo traumado por el
dolor, tocado en sus entrañas por la zarpa
del Terrorismo.
Pero Santa Pola, se
recuperara, día a día, de la tristeza y la desazón de estos días de terror,
pues es un pueblo de hombres rudos y valientes, un pueblo de pescadores y con
unos corazones tan grandes, que no caben en el pecho, sabiendo, que tienen tras
ellos, el respaldo de toda una Nación, de un Estado democrático y libre, no existiendo
terrorismo, que mueva un ápice, a este País, España, que hemos construido entre todos, con un modelo de
convivencia, duradero, en armonía,
libertad y paz.
Publicado
en las Provincias
07/08/2002