En este mes, estival por excelencia, uno de los
barrios con más solera y tradición de nuestra ciudad, celebra sus fiestas, a la
cual han dedicado personas, todo el año, su entusiasmo y buen hacer, para que este evento, marque,
un año más, las vidas de todos los que componen este trocito de nuestra ciudad.
Las calles, se engalanan con arcos de luz, se adornan con banderitas,
en los locales de todas las Comparsas, hay una actividad frenética y
organizativa, las reuniones se intensifican, para que sus Fiestas de Moros y
Cristianos, sean extraordinarias, como años anteriores, este barrio de
Alicante, junto con otros que también celebran estas tradicionales Fiestas, han
adquirido una fama y respecto en el mundo festero, ya que a parte de los años
que celebran, estas Fiestas, saben plasmar, en todos sus desfiles y actos, ese
entusiasmo, esa tradición, ese sentir festero, que Alicante y su provincia,
tienen tan arraigado.
Por lo tanto este barrio, del que Alicante se enorgullece, ya que sus
gentes, nos van a hacer vibrar a todas las personas, que amamos y sentimos como
nuestras estas Fiestas inigualables, de las cuales estamos pletóricos, pudiendo
participar en ellas como festeros activos en cualquiera de las Comparsas del
Bando Moro o Cristiano, o participando de otra forma, viendo los Desfiles, los
alardos, las embajadas, la Ofrenda de Flores, etc.
En resumen Altozano, resplandeciente, vivo, alegre, cuyas gentes están
dispuestas a celebrar otro año más, esos días con los cuales sueñan, sus Moros
y Cristianos, a los cuales estamos invitados todos los alicantinos y los foráneos,
que tengan curiosidad por vivir unas Fiestas tan intensas y de tantos matices
diversos.
Y desde esta columna, que me brinda el Periódico Las Provincias, deseo
que pasemos todos unas Felices Fiestas de Moros y Cristianos 2002. Y Altozano
un año más, cumplirá con la sacrada tradición, de la celebración de sus Fiestas
Patronales.