EL LIENZO SAGRADO

 

 

 

 

Santa

 

 

 

 

Otro año más justo a la cita, los alicantinos conmemoran, con la misma ilusión y tradición de sus antepasados, el día más grande en sentimientos encontrados.

 

El caserío de la Santa Faz, esta preparado para recibir a los cientos de peregrinos, que llegaran a este lugar para venerar, la Faz de Jesús, impregnada en ese paño que sirvió, para limpiarle la cara ensangrentada, cuando se dirigía a su destino, cargado con la cruz de dolor, camino del Calvario.

 

Este año es especial, ya que se celebra al unísono esta festividad y el día del trabajo, lo que va a provocar que la visita al Monasterio, sea todavía más multitudinaria, ya que muchas personas de la provincia, se van a desplazar desde sus respectivas poblaciones, para vivir, in situ, como un alicantino más, esta manifestación de fe y tradición popular.

 

A las ocho de la mañana, partirá la comitiva oficial, desde la Concatedral de San Nicolás, con las autoridades civiles y religiosas y publico en general, aunque desde toda la ciudad, iniciaran la marcha las personas ataviadas con el blusón negro, pañuelo y la correspondiente caña, según marca la tradición. Otros irán con su  mochila a cuestas, portando el almuerzo que servirá, para reponer fuerzas, cuando el hambre y el cansancio arrecien en el camino.

 

En la Iglesia, todo esta preparado, para recibir a los peregrinos y celebrar la Santa Misa, para continuar durante todo el día, la visita de los romeros, que quieren rendir culto a la reliquia, de la Faz de Cristo, tan querida y venerada por los alicantinos y alicantinas.

 

Todas las calles del caserío, se llenan de tenderetes, que ofertan a las personas asistentes, todos los productos y artículos tradicionales, en este evento, desde botijos, a cañas de azúcar, pasando por caramelos, dátiles, pan de higo, sin obviar las medallas y cualquier recuerdo que conmemore esta jornada festiva, que se prolongara como es habitual, hasta el domingo.

 

El pueblo de Alicante, una vez más, va a demostrar al mundo, que es un celoso guardián de sus tradiciones más intimas y arraigadas, uniéndose sus moradores en este día, para dejar de lado, todas las diferencias y vivir esta jornada llena de espiritualidad y alicantinismo profundo.    

 

PUBLICADO EN LAS PROVINCIAS 30/04/2003    

 

 

Datos de interés

 

 


La Historia de una Tradición

 

La devoción de los alicantinos hacia la Santa Faz viene del 17 de marzo de 1489, fecha del primer milagro conocido. La Reliquia había llegado a la Parroquia de San Juan en manos del Padre Mena, a quien en Roma se la entregó un Cardenal agradecido por las atenciones que le ofreció el citado sacerdote durante una visita que aquel realizó a Alicante.

Pedro Mena la depositó en un cofre, junto con otros objetos de culto, pensando que se trataba de lo que aparentaba: un lienzo de gasa de finísimo algodón en el que se pintó el rostro de Cristo para realizar con él un cuadro. Sin embargo, en cada ocasión en que abría el cofre para sacar esos objetos, hallaba el lienzo en la parte superior, y no en el fondo, donde siempre quedaba.

Enterados los vecinos de tal prodigio, solicitaron sacar el lienzo en procesión de rogativa para pedir la lluvia en tiempos de una larga sequía. Caminando en dirección a la ermita de Los Ángeles, a la altura del Barranco de Lloixa, el sacerdote que portaba el lienzo sintió un gran peso, y una lágrima surgió del ojo derecho del rostro pintado en el lienzo.

Tras el suceso, se decidió aplazar la Rogativa hasta la semana siguiente. El 25 de marzo de 1489, tal multitud se congregó en la ermita de Los Ángeles que la Eucaristía debió celebrarse al exterior. En el momento de impartir la bendición con la Reliquia, Fray Benito de Valencia, que la portaba, se elevó junto al lienzo del que se extendieron en el cielo tres imágenes de la Santa Faz, momento en que una fina lluvia ponía fin a la sequía.

Desde entonces, el Monasterio de la Santa Faz ha sido lugar de peregrinaciones desde todos los confines de España siendo numerosos los Reyes y Jefes de Estado que han orado en el Templo. La festividad de la Santa Faz es en Alicante un acontecimiento anual del que no se sustrae prácticamente ninguno de sus vecinos.