Nuestra ciudad ya esta preparada, para celebrar un año más
sus fiestas de moros y cristianos en honor a su Patrón San Nicolás, ese hombre
convertido en Santo de los niños y los marineros, con una popularidad
sobresaliente en Europa, siendo el protagonista en muchas ciudades, como
Nápoles y Sicilia, (Italia) Campen (Holanda), Freiburg (Suiza), etc. Llego la
fama a tal extremo entre los marineros, que se guiaban por la Estrella del
Santo, que cuando iban a partir en sus embarcaciones para ejercer el noble
oficio de pescador, se gritaban unos a
otros, “que San Nicolás gobierne el timón.”
Aprovechando esta festividad, Alicante se viste con sus
mejores galas, el centro de nuestra población y sus principales arterias, se
adornan con arcos de luz que iluminaran las noches, para que los desfiles
llenos de colorido, alegría y suntuosidad realcen esos atuendos cuyo brillo y
poderío hablan por sí mismo. El bando moro y el cristiano con sus boatos, seguidos por todas las comparsas en
desfile marcial y sus respectivas
bandas de música, sonando por la Rambla los acordes de Chimo o el pasodoble
Paquito el Chocolatero, todos unidos como una piña, dándolo todo por la fiesta,
llamando la atención de propios y
foráneos.
Uno de los principales actos de esta celebración, es la procesión,
donde los participantes demuestran a San Nicolás su devoción más ferviente como
alicantinos y alicantinas que guardan celosamente las tradiciones que han
heredado de sus antepasados.
Este evento, junto con la Santa Faz y la Virgen del Remedio,
esta cargado de un peso espiritual y de fe muy poderoso que comparte todo el
pueblo de Alicante.
Los festeros que desfilan por nuestras calles, con esa
experiencia y buen hacer que les caracteriza tan entrañable, provocan que
nuestra villa se convierta en el escenario histórico que se pretende
reproducir, la reconquista de nuestro territorio por parte de las huestes
cristianas y la expulsión del moro infiel.
San Nicolás es tan apreciado en toda Europa, que cuando
lleguen esos días tan íntimos de la Navidad, se encargara, junto a Santa Claus
y Papá Noel, de repartir los regalos y juguetes, entre los niños,
proporcionándoles una alegría tan sublime que
no olvidaran nunca.
Por eso Alicante y sus
habitantes se sienten muy orgullos de tener como Patrón a San Nicolás,
el obispo bueno, el Santo de los niños y los marineros con su propia Estrella
brillando en el Universo.